Hoy celebramos la festividad de SAN JUAN DE ÁVILA, patrono de los sacerdotes españoles.
San Juan de Ávila, a través de su fervorosa predicación y su testimonio de vida, no solo llevó el mensaje del Evangelio a las personas, sino que también despertó corazones y transformó vidas. Su sermón fue el punto de inflexión en la vida de San Juan de Dios, quien, conmovido por la llamada a la conversión y el servicio a los necesitados, decidió abandonar su antiguo estilo de vida para dedicarse por completo al cuidado de los enfermos y los pobres.
Esta relación nos invita a reflexionar sobre la importancia de la influencia espiritual y el papel de los modelos a seguir en nuestro crecimiento y desarrollo personal. San Juan de Ávila no solo predicó con palabras, sino que también vivió su mensaje, siendo un ejemplo vivo de entrega y amor a Dios y al prójimo. Su vida inspiró a San Juan de Dios a seguir un camino de santidad y servicio, demostrando así el poder transformador del testimonio auténtico y la gracia de Dios.
La relación entre San Juan de Ávila y San Juan de Dios nos desafía a seguir su ejemplo, a vivir nuestra fe de manera auténtica y a comprometernos con el servicio desinteresado hacia los demás. Que su legado nos inspire a ser instrumentos del amor de Dios en el mundo, llevando esperanza y consuelo a quienes más lo necesitan.